El autoclave es una pieza crucial del equipo en diversas industrias, incluidas consultas médicas, dentales y veterinarias, laboratorios de investigación y entornos industriales. Al utilizar vapor saturado a alta presión a temperaturas entre 121-134 °C, el autoclave esteriliza eficazmente equipos y suministros, eliminando patógenos y contaminantes. La duración del proceso de esterilización varía según el tamaño de la carga y su contenido, y suele oscilar entre 15 y 20 minutos. Esto garantiza que todos los instrumentos y materiales sean seguros de usar, lo que convierte al autoclave en una herramienta invaluable para mantener la salud y la seguridad de los pacientes, investigadores y trabajadores. Además, las directrices reglamentarias suelen exigir el uso de autoclaves para garantizar el cumplimiento de las normas de esterilización. Como tal, el autoclave es un componente esencial e indispensable de cualquier instalación donde la higiene y la limpieza sean de suma importancia.